Monterrey dominó la Liga MX... hasta que llegó a la final

Imposible negarlo, Monterrey fue el absoluto dominador de la Liga MX durante la temporada regular e incluso siguió haciendo su labor titánica en la liguilla. Sin embargo… no supo jugar la final. Luego del empate obtenido en el Volcán en el partido de ida, todo mundo pensaba que Rayados conquistaría el título frente a su público. Pero no fue así por varias razones:El gol tempranero: Fue un arma de doble filo para Rayados, porque a partir del gol -que se dio en el miunuto 2- se fueron diluyendo las acciones y la intensidad del equipo local hasta que Edu Vargas empató el partido, lo cual disminuyó fuertemente el ánimo Rayado y Meza sentenció el primer tiempo (y el partido) apenas 4 minutos después del empate. Jugadores que no estaban:En general, la final no fue la mejor actuación de Avilés Hurtado, quien fuera el mejor hombre Rayado durante la temporada estuvo completamente desaparecido en la fase final de la competencia. No solamente porque fue errático en los pases o por su poca o nula intervención durante el encuentro… sino porque anímicamente -y en el marcador- mató a su equipo al fallar un tiro penal cuando restaban 10 minutos en el reloj. Además, habría que mencionar también la pobre tarea que tuvo Hugo González durante el partido de vuelta. Es fácil darse cuenta que en ambas acciones de gol felino, el guardameta pudo haber hecho más.Exceso de confianza: Recién iniciado el partido, luego del gol de Dorlan a los 2 minutos de partido, muchos jugadores Rayados daban la impresión de sentirse campeones. Sí, habían hecho una gran temporada, pero no habían aniquilado todavía el juego más importante de todo el torneo… y lo pagaron caro. Porque una desconcentración de 5 minutos bastó para que el equipo rival les sacara el partido.Las ausencias y sus reemplazos:En el partido del jueves, ambos equipos sufrieron expulsiones en el sector defensivo. Por el lado de Monterrey, Vangioni se perdió la vuelta y para Tigres fue Hugo Ayala. Sin embargo, quien entró por Hugo Ayala en la escuadra felina fue Meza, que de lejos fue uno de los mejores jugadores del partido.

Los fantasmas:

Dos finales en el Gigante de Acero, dos derrotas. Llama la atención ver cómo es que hubo cierta similitud en la manera en que se dieron las cosas entre el partido de anoche y aquél juego frente a Pachuca. Ir al frente en el marcador, un penal fallado… remontada.

Esta gran final sin duda será un recuerdo difícil de borrar de la mente del aficionado de Monterrey, por todo lo que representaba, sin embargo no hay por qué sentirse mal al respecto. Que lo sucedido ayer sea una lección muy importante, para los jugadores, la directiva y la afición… el futbol es así.

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